Tras el impacto de algún objeto sobre la carrocería de un vehículo se produce una deformación que obliga a efectuar un reconformado de la superficie o una sustitución de la pieza dañada, siempre con la finalidad de restituir el aspecto original. Tras dicha reparación, se inician los trabajos de pintura, y es aquí cuando nos surge la siguiente pregunta: ¿todos los trabajos de pintura son iguales? Aunque pueda parecer que sí, en realidad no lo es, puesto que todo depende del tipo de vehículo con el que se está trabajando: coche o vehículo industrial. Por eso mismo, a continuación te detallamos las principales diferencias a la hora de pintar un coche o un vehículo industrial.
¿Diferencia entre un coche y un vehículo industrial?
La principal diferencia entre un coche y un vehículo industrial es el uso que se le da al mismo. Mientras que el coche es un objeto destinado para desplazamientos personales, laborales y para el ocio y disfrute de las personas, el vehículo industrial supone una herramienta de trabajo que se ve sometida a condiciones de uso más exigentes y severas (salinidad ambiental, contacto con productos agresivos, exposición ambiental prolongada, etc.). Esto ha hecho que las pinturas destinadas al repintado de vehículos industriales, a veces, requieran productos de revestimiento más resistentes y durables, sin poner un especial énfasis en lograr un acabado vistoso. Sin embargo, cabe reseñar que está tendencia está cambiando desde hace unos años y cada vez es más común encontrar una mayor variedad de colores y calidades en este segmento.
En algunos casos, la tendencia en el sector de la pintura ha sido que los fabricantes desarrollen procesos de pintado y formulen pinturas específicas para cada tipo situación, dando lugar a que se establezcan una serie de diferencias a la hora de pintar un coche o un vehículo industrial.
Principales diferencias a la hora de pintar un coche o un vehículo industrial
Las principales diferencias a la hora de pintar un coche o un vehículo industrial vienen determinadas por una serie de variables que se enumeran y explican a continuación.
1ª diferencia: objetivo de la pintura utilizada:
En el pintado de coches el principal objetivo del fabricante es facilitar una pintura que destaque por su vistosidad y su variedad colorimétrica. Con este último aspecto pretende conectar con el cliente para satisfacer sus gustos personales en este sentido. También son pinturas que muestran una suficiente resistencia mecánica, química y una buena durabilidad. En este tipo de pinturas su coste no supone un aspecto de vital relevancia. En lo referido al vehículo industrial, la pintura desarrollada se centra en elaborar un producto que muestre un equilibrio perfecto entre resistencia mecánica, química, durabilidad y coste. Por ello, a veces, no se incide especialmente en la vistosidad y la variedad de colores ofrecida.
2ª diferencia: Colores utilizados.
Los colores utilizados en el pintado de coches destacan por su variedad cromática, donde existen multitud de colores metalizados, perlados, lisos y con efectos especiales (camaleón, candy, etc.). Sin embargo, en vehículos industriales la carta de colores es mucho más limitada, ya que, como norma general, predominan unos pocos colores lisos.
3ª diferencia: Pinturas de fondo utilizadas.
La principal diferencia de los productos de fondo usados en ambos tipos de vehículos se encuentra en el uso de imprimaciones anticorrosivas y los materiales de relleno. A pesar de que las imprimaciones se deben utilizar en ambos tipos de vehículos, en el pintado de coches no es todo lo frecuente que debería, ya que el uso de aparejos, que también aportan protección anticorrosiva, suplen este cometido. Sin embargo, en vehículos industriales pesados, maquinaria agrícola y vehículos similares el uso de estos productos está generalizado y normalizado a través de normas UNE e ISO. Los tipos de imprimaciones anticorrosivas más utilizadas son las siguientes:
- Imprimaciones epoxi de dos componentes de base disolvente o agua, como Primapox 6041.
- Imprimaciones fosfatantes como Primanyl 5011.
Por otro lado, también existen diferencias en los materiales de relleno empleados, de forma que en coches existe una gama variada de masillas donde predomina el uso de las masillas de poliéster (estándar, ligera, fina, etc.) y las específicas para plásticos. En vehículos industriales también se utilizan masillas de poliéster en combinación con distintas presentaciones de la fibra de vidrio, masillas de relleno reforzadas, etc.
4ª diferencia: Pinturas de acabado utilizadas.
En esta variable, las pinturas para coches son mucho más sofisticadas que las utilizadas en vehículos industriales, ya que la tecnología de los pigmentos utilizados en su formulación es muy variada y deben aportar unos niveles de acabado excepcionales sin que ello suponga reducir otras prestaciones como la capacidad de estirarse, la protección ofrecida o la capa resultante, entre otras. Estos revestimientos son de naturaleza acrílica de base agua (la pintura que da el color) o disolvente (lacas y monocapas). Entre ellos, los más utilizados son los sistemas bicapa (color más barniz) aunque los tricapas están cogiendo cada día más protagonismo. También se siguen comercializando acabados monocapa (brillo directo) para el pintado de colores lisos.
Cuando hablamos de los tipos de pinturas de acabado para vehículos industriales el objetivo es diferente y prima la resistencia y la protección por encima de la apariencia, como consecuencia de la necesidad de adaptar el revestimiento al uso del vehículo en cuestión. Además, algunos de estos acabados también están normalizados a través de normas UNE e ISO. Estos son los acabados usados según el tipo de vehículo industrial:
- Vehículos industriales ligeros. Se utilizan acabados similares a los del coche. En concreto, la pintura para colores lisos es base disolvente en sistemas monocapa y bicapa en el resto de colores, aunque esta opción es menos frecuente por la tipología de los colores más predominantes en estos vehículos.
- Vehículos industriales pesados. Existen distintas opciones para revestir este tipo de vehículos, entre las que destacan los esmaltes acrílicos de poliuretano de dos componentes de brillo directo en base disolvente y en algunos casos hidrosolubles, así como los esmaltes sintéticos de un componente y las pinturas monocapa con propiedades anticorrosivas.
5ª diferencia: Proceso de repintado.
Generalmente el proceso de repintado resulta más minucioso y detallado cuando se trabaja con coches, lo que obliga a invertir más tiempo de trabajo. En contraposición, en los vehículos industriales, sobre todo en maquinaria agrícola y de obras públicas, este proceso se lleva a cabo de manera menos precisa. Finalmente, en coches se dedica un determinado tiempo a corregir los posibles defectos de pintado (motas de polvo, velados, etc), mientras que en industrial no es una operación frecuente.
6ª diferencia: Instalaciones y equipamientos necesarios.
La principal diferencia en lo referido a instalaciones y equipamientos se basa en el tamaño de la instalaciones y en el número de recursos materiales disponibles. Generalmente, las instalaciones destinadas al repintado de vehículos industriales suelen ser de mayor tamaño y envergadura, con la necesidad de utilizar plataformas de elevación y sistemas similares que permitan acceder a las zonas altas del vehículo. Este equipamiento se suele ceñir a lo estrictamente necesario. Por el contrario, para el repintado de coches, existe una mayor dotación del taller en cuanto a equipamiento y cantidad de anexos de pintura.
Repintado de distintos tipos de vehículos: misma esencia, distintas variables.
Los criterios generales de repintado de coches y vehículos industriales son similares en ambos casos. Aún así, se trata de vehículos diseñados y fabricados para cumplir objetivos distintos, por lo que es necesario adaptar los procesos de trabajo y el tipo de pintura al vehículo en cuestión. De esta forma, respetamos los acabados de fábrica y contribuimos a mantener la calidad ofrecida originalmente.